Respirando

Salí de la ciudad que quedaba cerca de la academia a tomar un poco de aire. Con mi Ford, me dirigí hacia los acantilados. Estacioné el auto, y salí de él, recibiendo en mi cara una suave brisa. Me senté en el capot del auto y crucé mis brazos. La brisa me alborotaba el cabello. Y miré al horizonte, respirando un poco de aire marino.

Cerré mis ojos, para deisfrutar con una sonrisa de aquella suave brisa. Suspiré, tranquila.

Aún con los ojos cerrados, me puse a pensar en las novedades de la academia. Luego los abrí, mirando algunas montañas que había por allí...

Saqué de mi bolsillo mi móvil y coloqué algo de música. Luego volví a mirar las montañas y me crucé de brazos, perdida en mis pensamientos.

Pensé en mis padres, en mis hermanos... Jake... Supiré. No podía creer que me amaba. Era mi mejor amigo.

Había pasado mucho desde la última vez que lo ví. Y recordé su cara cuando le dije que venía a la Academia. No me quería dejar ir.

Reí al recordar las aventuras que habíamos tenido de pequeños. Mi madre una vez, se había enfadado con nostros por hacernos pasar por mendigos en la plaza de Londres.

Negué con la cabeza, sonriendo. Luego volví mi mirada hacia el horizonte. El sol se estaba poniendo. Era un hermoso paisaje.

Suspiré. Y apagé mi móvil. Me quedé contemplando el atardecer, tranquila.

Luego de unos minutos, me subí a mi coche y me fui de allí.