Desayuno americano.

Siempre habia sido de gran apetito. Va a la cocina por un buen desayuno.

Toma unas bananas, leche y azucar. Va donde la licuadora.

Pone unas tostadas a hacer, busca un par de huievos y la sartén.

Suspira, meditabundo. Revuelve los huevos en la sarten, toda la cocina se embriaga del aroma.

Pone el licuado los huevos y las tostadas en la mesa, lista.

- Morire de un ataque al higado..- vaticina mirando su gran obra.

Se sienta a la mesa, hambriento ya.

Desayuna despacio. Conforme con su comida.

Llega a la cocina, con hambre.

Medita seriamente acerca de los ultimos sucesos.

- Huele rico.. - murmura, caminando hacia la heladera.

-Mucas gracias..- susurra- Quieres? -la invita.

Se sienta junto a él.

Se aparta apenas para que se acomode.

Prueba, se relame - Rico. - le sonrie.

Sonrie levemente.

- Bienvenida señorita Dixson..- le dice cordial.

- Adivino? - pregunta.

-Tengo los historiales de todos ustedes en mi despacho, mi labor es conocerlos..- dice tranquilo.- es facil recordartee ademas..-

- Seguro, dudo que la mayoria de las chicas tengan el pelo rosa. - le sonrie.

-Asi es..- le concede, la mira- Musica, verdad?

Asiente despacio - Mi vida. - susurra.

Asiente tambien.

- De donde eres, es ono estaba en tu ficha..- pregunta

- Rusia. - contesta - Frances, no?

-Wi Madmoiselle, como adivino?- le pregunta mirandola por fn, con sus penetrantes ojos jade.

- Estaba en tu ficha. - bromea - No, tienes cara de Frances.

Se rie suave.

- Cara de francés? Wow, es la primera vez que me dicen que la tengo..- juega, mirando su reflejo en la cuchara.