*Meditando*

Despues de dos horas en bus , llegué
Hace tiempo que no venia.
Baje con cuidado por las infinitas y oscuras escaleras hasta llegar a una pequeña cuidad en ruinas iluminada unicamente con faroles, pocos.

Camina despacio, cada vez se iluminaba un poco la cuidad.
Puede divisar la plaza.

Recuerda la ultima vez que estubo aqui.
LLega a la plaza, ahi, como siempre, estaban los del circo , practicando

Se podia escuchar esa extraña musica de instrumentos clasicos pero "movida" utilizada por los circos antiguos.

Camino hasta llegar a una maltrecha casa.
Suspiro.
Estaba totalmente oscura y con un aspecto aterrador.
Entre y camine por el largo pasillo.

Esa casa estaba intacta pero realmente envejecida y sucia.
Llega a la ultima habitacion.

Se arremanga la chaqueta.
Ahi entre sus tantas muñequeras y pulseras hay un "hilo" grueso de cuero negro , en el hay dos llaves. Saca una y abre la habitacion.

Guarda la llave en su bolsillo.
Entra .
Es la mas hermosa habitacion: Una cama con dosel y cortinas blancas transparente.
, amplia. Hay un ropero de roble inmenso.
Todo muy hermoso pero sucio, apolillado.
Se dirije al ropero.

Toma la otra llave de su pulsera y abre el ropero.
Adentro hay un maletin negro de cuero.

Lo saca y lo abre, ahi esta su violin negro: "Adelaide"
Junto a un pañuelo.
Losaca tambien y limpia delicadamente el violin.

Mira su violin, embobado.
No solia tocarlo a menudo, pero cuando lo hacia era realmente apasionado haciendolo.
Siempre lo tocaba cuando algo iba mal, para relajarse.
Se pone la parte de abajo bajo el cuello, cierro los ojos

Toma el palillo con cerdas para tocar.
respira profundo y comienza a tocar esa dolorosa melodia

Cada nota es un grito angustiado y doloroso.

Es una melodia aguda, triste.
Se levanta y empieza a caminar por el pasillo lento, se dirige a la puerta

Mantiene los ojos cerrados todo el tiempo y solo se guia por instinto para no tropezar.

En la plaza los circenses comentan sobre mi extraña visita.
Me dirijo hasta alla y me siento en el respaldo de una banca, tocando.

Una pelirroja se acerca.- empiecen, rosemarie....-ordeno antes de que me hable., aun tocando cada nota como si fuera la ultima.

En el centro de la plata unos cuantos estiran una gran tela de color sangre.
Los demas bailan y hacen piruetas a su alrededor.
No los miro, solo tocopenetrantes notas agudas.

Pasa saliva, demasiado pensativo como rpestar atencion al show.
Si seguia asi la perderia, esta angustiado.