Saliendooo (:

Salí de la academia y busqué mi auto. Sonreí radiante al encontrarlo. Lo observé unos momentos, embobada. Amaba a mi Ford. Había sido una hermosa elección.

Lo rodeé unos momentos mirándolo. Luego me alejé y lo miré otra vez más. No había ni un rayón. Relucía en la Luz de la luna. Sonreí satisfecha.

Apunté al auto con mi llave, y apreté el botón del pequeño control remoto. Sonreí al escuchar que las puertas se abrían. Caminé hacia él, y entré en el auto, cerrando la puerta detrás mio. Coloqué las llaves y mis manos al bolante. Sonreí torcido.

Amaba la adrenalina que sentía cuando lo condicía. Giré la llave y se encendió el motor, con un suave gemido. Sonreí ampliamente. Una de las características que más amaba de mi Ford, era el silencio de su motor.

Sonreí. Adrenalina. Eso era lo que necesitaba. Salí del estacionamiento, y conduje hacia la ciudad.